«ORAR CON LA IGLESIA»
TIEMPO
DE CUARESMA (Ciclo ‘B’)
Cuarta Semana de Cuaresma
Del 10 al 16 de marzo de 2024.
Domingo Cuarto de Cuaresma.
Santos Cayo y Alejandro, mártires.
San Víctor, mártir.
Santa María Eugenia Milleret de Brou, virgen y fundadora.
San Macario I de Jerusalén, obispo.
10
de marzo de 2024.
Dios es luz y nosotros necesitamos esta luz para comprendernos
como obra suya y comprender a los demás.
Es la vista espiritual de una fe gozosa que se entrega y que recuerda
agradecida la misericordia de Dios que se manifiesta a través de Jesús y su
palabra. Somos obra suya y estamos
destinados a la vida eterna. Jesús es la
luz que ilumina las tinieblas de nuestra vida y de nuestro mundo, para que nos
sintamos no juzgados ni condenados, sino salvados por su amor. Por eso Jesús tiene que ser elevado en la
cruz de igual modo que una lámpara tiene que ponerse en un lugar visible.
-
2ª Crónicas 36,14-16.19-23.
El Señor sentía lástima de su pueblo.
- Salmo 136. R/. Que se me pegue la lengua al
paladar si no me acuerdo de ti.
- Efesios 2,4-10. Dios, rico en
misericordia, nos ha hecho revivir con Cristo.
- Comentario: Domingo de «Laetare» (Alegraos!)
Del Evangelio de san
Juan 3,14-21.
“Dios mandó su Hijo al mundo para que
el mundo se salve por él”.
Dijo Jesús: -"Lo mismo que Moisés elevó la
serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para
que todo el que cree en Él tenga vida eterna.
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca
ninguno de los que creen en Él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para
juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. Por eso, el que realiza la verdad se acerca a
la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios".
COMENTARIO
Dios viene a salvar y no a castigar. Y lo hace por medio de la cruz de Cristo. El hombre hace suya la salvación mediante la
fe o la rechaza por la incredulidad en Jesús. Pero solamente podrá salvar a quien le acoja
con fe, a quien le acepte como "luz para su vida". Si no cerramos los ojos a la luz de Cristo,
estamos en camino de salvación. El
mensaje del evangelista San Juan, es de verdadera esperanza y confianza, a
pesar de nuestra condición de pecadores.
ORACIÓN
Padre de misericordia, que nos enviaste a tu Hijo
Unigénito para salvar al mundo; te suplico luz para nosotros pecadores;
otórganos el poder de tu bendición como testimonio de tu amor y misericordia. Gracias porque Tú nos has abierto el tesoro
de tu perdón salvador. Concédenos el
poder de tu luz, para que no perdamos el tesoro de tu amor y el de la santa fe;
concédenos tu bendición y rodéanos con tu protección para que ardamos de
alegría en el corazón cuando contemplamos tu bondad infinita. Amén.
Lunes 4ª Semana de Cuaresma.
San Eulogio de Córdoba, presbítero y mártir.
San Pionio, presbítero y mártir.
11
de marzo de 2024.
Del Evangelio de san
Juan 4,43-54.
“Anda, tu
hijo vive”.
Había un funcionario real que tenía
un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que
Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verle, y le pedía que bajase a
curar a su hijo que estaba muriéndose. Jesús
le dijo: -"Como no veáis signos y prodigios, no creéis". El funcionario insiste: -"Señor, baja
antes de que se muera mi niño". Jesús
le contesta: -"Anda, tu hijo está curado". El hombre creyó en la palabra de Jesús y se
puso en camino.
COMENTARIO
La salvación de Dios transforma
todo: El interior y lo exterior del hombre-mujer. Si la fuerza de Dios es capaz de renovar la
creación, también la fe en Jesús es capaz de renovar la vida del hombre-mujer. La confianza en Jesús y la aceptación de su
palabra realizarán la conversión interior del hombre-mujer. Por eso si la fe en Jesús arranca milagros de
las manos del Señor, también produce un efecto mucho más importante: El renacer
a una vida nueva, iluminada por el Evangelio.
Porque en eso consiste la conversión: Nacer para Dios.
ORACIÓN
No te pido milagros Señor, te pido
verte más cerca en mi vida para que no se me muera la ilusión, para que no se
me muera la esperanza, la alegría; para que no se me mueran las ganas de luchar
por un mundo más justo y más honrado… baja a mi vida Señor. Otro favor Señor: Aumenta mi fe, para que me
ponga en el camino de la salvación, de la fraternidad, de la conversión, para
que me ponga en el camino hacia la Pascua, aunque tenga que pasar por la Cruz. Aumenta
mi fe, para que me ponga en el camino de la salvación, en el camino hacia la
Pascua.
Martes 4ª Semana de Cuaresma.
San Gregorio I Magno, papa y doctor de la Iglesia.
San Maximiliano, mártir.
San Inocencio I, papa.
12
de marzo de 2024.
Del Evangelio de san
Juan 5,1-3.5-16.
“Al momento
aquel hombre quedó sano”.
Hay
en Jerusalén, una piscina que tiene cinco soportales, y estaba allí un hombre
que llevaba treinta y ocho años enfermo.
Jesús, le dice: -"¿Quieres quedar sano?". El enfermo le contestó: -"Señor, no
tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando
llego yo, otro se me ha adelantado".
Jesús le dice: -"Levántate, toma tu camilla y echa a andar". Y al momento el hombre quedó sano, tomó su
camilla y echó a andar. Más tarde lo
encuentra Jesús en el templo y le dice: -"Mira, has quedado sano; no
peques más, no sea que te ocurra algo peor".
COMENTARIO
El
agua en tiempos de Jesús era considerada como signo y fuente de vida. La acción de Jesús ante el enfermo se
representaba con más fuerza que un manantial medicinal que da vida. El enfermo que ha sido curado por la palabra
de Jesús, cree en Él, acepta su palabra y le defiende frente a sus enemigos los
fariseos. Con la salud concedida al
enfermo Jesús le hace una seria advertencia: No peques más no sea que te ocurra
algo peor. Y es que el pecado es peor
que la enfermedad. Jesús lucha contra
ambos males.
ORACIÓN
Quiero
que me cures Señor. Ayúdame para que
pueda coger la camilla y andar; que pueda coger mis defectos sin que me
opriman, sin que me paralicen; quiero verme libre de mis cansancios y egoísmos.
Quiero ver que me has curado Señor que
me has hecho revivir. Quiero Señor verme
libre de mis pecados. Quiero echar andar
hacia la Pascua, hacia la vida, hacia la plenitud de la resurrección; quiero
caminar hacia la paz plena, al verdadero amor.
Quiero Señor echar a andar hacia la Pascua, hacia la vida,
hacia la plenitud de la resurrección.
Miércoles 4ª Semana de Cuaresma.
San Leandro de Sevilla, obispo.
Santa Cristina, mártir.
Santos Rodrigo y Salomón, mártires.
13
de marzo de 2024.
Del Evangelio de san
Juan 5,17-30.
“Lo mismo que el Padre resucita a los muertos
y les da vida,
así también el Hijo da vida a los que quiere”.
Jesús dijo: -"Os lo aseguro: Lo mismo que el
Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los
que quiere. No os sorprenda, porque
viene la hora en que los que están en el sepulcro oirán su voz: los que hayan
hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el mal, a
una resurrección de juicio. Yo no busco
mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
COMENTARIO
Las cosas sencillas son las que más nos
sorprenden en Dios. No nos sorprende que
sea inmensamente sabio, poderoso o creador. Sorprende el que sea “Padre nuestro”, el que
sea “amigo nuestro”. Ésta es su grandeza
para nosotros/as. Por otra parte,
nuestra grandeza no consiste en hacer milagros o cosas extraordinarias, sino en
aceptar a Dios como “Padre” y no quebrar su “amistad”. La aceptación de Jesús como Hijo de Dios y
nuestra voluntad de acoger las exigencias de la fe, hace que tengamos la vida
de Dios en nosotros/as.
ORACIÓN
Gracias, Cristo Jesús porque haces lo que ves
hacer a tu Padre Dios; dar vida, amor, comprensión, llenarnos de gracia y de
misericordia. Haz Dios nuestro, padre de
bondad, que reconozcamos en tu Hijo resucitado tu perdón y la vida eterna
obsequio de tu gracia. Haz que
reconozcamos que Tú eres la fuente del amor, la fuente de la vida. Concédenos poder verte como Padre en esta tierra; concédenos poder
vivir como hijos/as tuyos/as; concédenos un día tu misma vida en la
resurrección gloriosa de Jesucristo tu Hijo que vive y reina por los siglos de
los siglos. Amén.
Jueves 4ª Semana de Cuaresma.
Santa Matilde de Sajonia, viuda.
Santa Paulina de Fulda, religiosa.
14
de marzo de 2024.
Del Evangelio de san
Juan 5,31-47.
“Hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza”.
Dijo Jesús: -“Si yo doy testimonio
de mí mismo, mi testimonio no es válido.
Las obras que el Padre me ha concedido realizar; esas obras que hago dan
testimonio de Mí: Que el Padre me ha enviado.
Y el Padre que me envió, Él mismo ha dado testimonio de Mí. Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su
semblante, y su palabra no habita en vosotros, porque al que Él envió no le
creéis. ¿Cómo podréis creer vosotros,
que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único
Dios?”.
COMENTARIO
Cuando los hombres-mujeres se
olvidan de Dios, necesitan inventarse otros “dioses”. La superstición desplaza y sustituye a la fe. La voluntad de Dios queda suplantada por el
capricho de los hombres-mujeres que suscitan “dioses a medida de sus deseos”. Se margina a Dios y se le sustituye por otros
“dioses”, “ídolos” a los que se adora. Jesús
nos dirá que si no queremos ir a Él, si no le acogemos, no será Él quien nos
acuse sino que lo hará el Evangelio que nosotros/as conocemos. El Evangelio nos acusará de infidelidad para
con Dios. Acojamos a Jesús y alcanzaremos
el perdón y la salvación.
ORACIÓN
Sé Tú Señor mi luz, en un mundo a
oscuras; sé Tú mi paz en una tierra en guerra.
Quiero tener tus sentimientos, vivir el Evangelio, sembrar los caminos
de la vida de tu Amor. Quiero gozar un
instante de tu luz, del testimonio de tu verdad, del amor de Dios que está en Ti;
quiero comprender que todo lo haces Señor para que me salve. Quiero estar preparado para la hora en que me
pidas que lo dé todo hasta el final; para que así en mí triunfe la vida. Sé tú Señor
mi luz, en un mundo a oscuras; sé Tú mi paz en una tierra en guerra.
Viernes 4ª Semana de Cuaresma.
Santa Luisa de Marillac, viuda y fundadora.
Santa Leocricia, virgen y mártir.
15
de marzo de 2024.
Del Evangelio de san
Juan 7,1-2.10.25-30.
“Intentaban agarrarlo, pero todavía no había llegado su hora”.
Después que sus parientes se
marcharon a la fiesta de las tiendas, entonces subió Jesús también, no abiertamente,
sino a escondidas. Entonces algunos
dijeron: -"¿No es éste el que intentan matar?. Pues mirad cómo habla abiertamente, y no le
dicen nada. ¿Será que los jefes se han
convencido de que éste es el Mesías?. Pero éste sabemos de dónde viene, mientras que
el Mesías, cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene". Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le
pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora.
COMENTARIO
Una conducta equilibrada y justa
siempre choca con el comportamiento alborotado e injusto de muchas personas. Los impíos no pueden admitir como buena la
conducta del justo y le combaten duramente haciéndole la guerra. Por eso es muy difícil mantenerse en una
actitud inquebrantablemente justa. Pero
Dios está ahí. Aunque no se le vea, en
la dureza de la prueba. Dios protege a
quien camina por sendas rectas para defenderle de las trampas y obstáculos que
le pongan los enemigos.
ORACIÓN
No dejes Señor que me inquiete por
las dificultades de la vida, por sus altibajos, por sus decepciones, por su
porvenir más o menos sombrío. Ayúdame a
querer lo que Tú quieres. Te ofrezco en
medio de las dificultades e inquietudes mi alma sencilla con el deseo de
aceptar los designios de tu Providencia.
Quiero confiar plenamente en Ti Señor porque Tú me quieres. Quiero agarrarme a tu mano, estar fuertemente
cogido en momentos de inquietud y de alegría. Señor quiero vivir en Ti. Quiero
confiar plenamente en Ti Señor porque Tú me quieres.
Sábado 4ª Semana de Cuaresma.
San Heriberto de Colonia, obispo.
Santa Eusebia de Hamay, abadesa.
16
de marzo de 2024.
Del Evangelio de san
Juan 7,40-53.
“¿Es que de Galilea va a venir el Mesías?”.
Algunos de entre la gente, que
habían oído los discursos de Jesús, decían: -"Éste es de verdad el
profeta". Otros decían: -"Éste
es el Mesías". Pero otros decían: -"¿Es
que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No
dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje David y de Belén?. Nicodemo, les dijo: -"¿Acaso nuestra ley
permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha
hecho?". Ellos le replicaron: -"Estudia
y verás que de Galilea no salen profetas".
COMENTARIO
Los maestros de Israel, intentan
justificar, con las Escrituras en la mano, su radical rechazo de Jesús y llegan
a la pretensión de arrestarlo. Estudia
le dicen a Nicodemo y verás que de Galilea no salen profetas. Llama la atención la fuerza que se pone en el
estudio de la Escritura para negar la evidencia. Hay, pues, una manera de estudiar que es para
cegar; hay una manera de estudiar que es para justificar las propias teorías;
hay una manera de hacer la verdad que es pura mentira. El pecado que el Evangelio denuncia hoy es la
tentación del hombre-mujer de todos los tiempos dispuesto a encontrar
argumentos para esquivar la verdad.
ORACIÓN
Acojo tu humanidad Cristo Jesús,
proclamo tu grandeza, escucho tu palabra.
Gracias por haberme salvado, por haberme hecho Hijo de Dios y hermano/a
tuyo/a y por haberme llenado de los dones del Espíritu Santo. Te prometo vivir como cristiano/a en un
esfuerzo de docilidad a tu gracia, de renovación de mi vida. Quiero difundir entre mis conocidos/as tu
mensaje de salvación y amor.
LECTURA DE LA PALABRA
EN CLIMA DE ORACIÓN
1.
Hago silencio, exterior e interior.
Estoy
en la presencia del Señor:
Contemplo
a Dios que me quiere, me acoge, me escucha, me habla.
2.
Petición:
«Humildemente te pido, a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la
fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu Palabra, viva siempre en
tu claridad. Por Jesucristo, tu Hijo,
nuestro Señor».
3.
Palabra de Dios:
Leo tranquila y detenidamente el texto evangélico para hoy, en
comunión con toda la Iglesia. Me fijo
bien en todos los detalles.
4.
Ante la Palabra
leída:
Ø ¿Qué dice este texto? (Lectura honda: circunstancias, actitudes…).
Ø ¿Qué me dice a mí personalmente? (Meditación).
Ø Desde esto, ¿qué te digo yo ahora, Señor? (Oración).
Ø ¡Quiero identificarme contigo, Señor!. ¿Qué hacer?.
(Contemplación,
iluminación de mi vida concreta).
5.
Oración:
Hay una oración-reflexión propia de cada día, como inicio de respuesta
al texto evangélico. Al final puede
añadirse la siguiente:
«Gracias, Señor, por tu presencia y tu cercanía en este rato de
oración; y por la luz y la fuerza que me has dado. Ayúdame a vivir según tu voluntad y sirviendo
siempre a mis hermanos/as. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».