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domingo, 16 de agosto de 2015

COMUNICADO FINAL DE LA XIII ASAMBLEA GENERAL DE LA HOAC.

Comunicado final: Construyendo Iglesia en las periferias del mundo obrero. Justicia, #trabajodigno y solidaridad.

16 agosto 2015 | Por
 


Comunicado Final de la XIII  Asamblea General de la HOAC.

La HOAC, Hermandad Obrera de Acción Católica, ha celebrado en Segovia su XIII Asamblea General del 13 al 16 de agosto, bajo el lema: “Construyendo Iglesia en las periferias del Mundo Obrero. Justicia, trabajo digno y solidaridad”, en la que han participado 950 personas entre militantes, simpatizantes, acompañantes, invitados e invitadas.

Nos han acompañado el presidente de la Conferencia Episcopal, D. Ricardo Blázquez; el obispo responsable de la Acción Católica Española, D. Carlos M. Escribano; así como el obispo responsable de la Pastoral Obrera, D. Antonio Algora. También hemos contado con la presencia de los obispos de Bilbao, D. Mario Iceta; y de Coria-Cáceres, D. Francisco Cerro.

En distintos momentos de la Asamblea, han participado representantes de los movimientos hermanos de la Acción Católica y de otros movimientos eclesiales, así como representantes del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos, MMTC, y del Movimiento Europeo de Trabajadores Cristianos, MTCE. También nos han enviado su saludo diversas organizaciones sociales y eclesiales.

A partir de una mirada creyente de la realidad y de la revisión de lo compartido en la Asamblea anterior en 2009, hemos orado, dialogado y decidido lo que serán nuestros objetivos y compromisos para los próximos seis años.

Los hombres y mujeres de la HOAC nos hemos puesto de acuerdo para avanzar en vivir en comunión con los trabajadores y las trabajadoras más precarias y excluidas del mundo obrero y del trabajo. Conocemos y padecemos sus sufrimientos. La HOAC está unida a sus vidas y a sus luchas (también con las organizaciones obreras y sociales) para construir conjuntamente una nueva sociedad donde el trabajo sea digno y donde podamos vivir como una verdadera comunidad.

En los últimos años hemos ido viendo cómo la injusticia y la desigualdad han ido creciendo y hemos visto que las consecuencias son:

• Sufrimiento y deshumanización.
• Pérdida de derechos sociales y laborales de las personas, de las familias y de los pueblos.
• Precarización de las condiciones de trabajo y de la vida de los trabajadores y trabajadoras.
• Descarte de vidas humanas y negación de la dignidad de la persona desde la lógica del capital que duele, hiere y mata.
• De recortes de derechos de expresión pública y reivindicación de las personas y colectivos que más están sufriendo esta situación.

Estas son hoy las periferias del mundo obrero a las que “ahora más que nunca” nos sentimos enviados y enviadas. Y porque la realidad de nuestro mundo no nos resulta indiferente, en la HOAC queremos seguir dando pasos para convertirnos a Jesús y ser Iglesia, Acción Católica encarnada en el mundo obrero y del trabajo.

Para ello vamos a avanzar en vivir la comunión de bienes, vida y acción con las personas empobrecidas, concretándolo en estas propuestas:

• Acompañar la vida de las personas y colaborar con ellas a que se den las condiciones para que podamos vivir nuestra humanidad de manera plena.
• Colaborar a un cambio de mentalidad. Hace falta otra comprensión vital de en qué consiste nuestra humanidad y cómo se construye.
• Colaborar al cambio de las instituciones para que estén mucho más al servicio de las necesidades de las personas, en particular de las empobrecidas.
• Ayudar a construir experiencias alternativas en la forma de ser y trabajar que expresen y construyan la nueva mentalidad que necesitamos.

Creemos que es hora de reforzar, con nuevos bríos, nuestro compromiso de llevar la Buena Noticia, la alegría del Evangelio, al mundo obrero: Le pertenece.

Fruto de nuestro diálogo y compromiso, hemos aprobado cuatro resoluciones que quieren ser voz de Iglesia comprometida con estas situaciones y con las personas que las están sufriendo:

■ “Por una Europa de los trabajadores y trabajadoras.
■ “Una Renta para vivir con dignidad.
■ “En favor de las personas migrantes. No a los Centros de Internamiento de Extranjeros CIES.
■ “Mujeres con hambre y sed de justicia.

También como expresión de nuestra comunión de bienes, hemos compartido la colecta de nuestras eucaristías con cuatro proyectos que potencian el empleo digno y la inclusión laboral:

■ Prelar Textil, S.L.L empresa de economía social (Huelva).

■ Fundación Tots Units. Reciplana, Empresa de inserción: (Castellón).

■ Caja de Resistencia Subcontrata Trabajadores de Movistar.

■ Contexto, como expresión de solidaridad con trabajadores y trabajadoras de Bolivia.

Renovados en el encuentro personal y comunitario con Cristo y alegres por comunicar la esperanza del Evangelio, hemos celebrado la eucaristía en la Catedral de Segovia y hemos llenado su Plaza Mayor para reclamar públicamente #trabajodigno y denunciar la precariedad laboral que sufrimos la clase trabajadora en nuestro país y que hoy dificulta la vida personal,  familiar y social.

El amor del Dios Padre y Madre otorga a cada persona una dignidad infinita, lo que nos compromete a incluirlas en la casa común que es la “hermana madre tierra”, ese libro no escrito a través del que nos habla Él y que es reflejo del amor a todas sus criaturas.

Enviados y enviadas por la Iglesia, ofrecemos nuestras vidas, al igual que hicieron los y las militantes queentregaron su vida por el Reino, por la causa de la justicia y de los pobres. A su vez, nos comprometemos a seguir construyendo esa “casa común”, con la alegría que nos da el saber que en esta misión nos sentimos acompañados por Jesucristo, el obrero de Nazaret, y llamados a seguir “Construyendo Iglesia en las periferias del mundo obrero”.
 
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«58.- LA PAZ»
(Hacia un nuevo humanismo),
por José Antonio Hernández Guerrero



Permitidme -queridos amigos- que reitere mi felicitación a los creadores, a los organizadores y a los profesores de los talleres de la paz, y que, además, transmita mi sentida enhorabuena a los que han tenido la suerte de participar en las jornadas celebradas en San Pablo de Buceite. ¿Recordáis que en mi análisis sobre la importancia de estas jornadas, partía del supuesto de que la paz es una meta que no nos viene dada, no es un regalo gratuito, sino una lección que tenemos que estudiar, una asignatura que tenemos que aprobar, un objetivo que exige que trabajemos, un bien cuya adquisición requiere mucha constancia y la aplicación de principios morales y el ejercicio de múltiples habilidades psicológicas y de diversas técnicas sociológicas?.


Hemos de tener claro, además, que la paz es un bien frágil que nunca lo conseguimos del todo, que se debilita con facilidad y que, al menor descuido, lo perdemos porque son numerosos los obstáculos que hemos de saltar, los impedimentos que la imposibilitan y los enemigos que la atacan.


Con la paz ocurre algo parecido a lo que nos pasa, por ejemplo, si nos caemos al mar o a un río profundo: que si paramos de nadar, nos hundimos. O cuando montamos en bicicleta: que si dejamos de pedalear, nos caemos. O incluso con el motor de una moto, de un coche o de un tractor que, si no le echamos gasolina, se para. Fijaos -queridos amigos- en la fuerza con la que el Papa Francisco ha titulado su Mensaje para celebración de la 49ª Jornada Mundial de la Paz: "Vence la indiferencia y conquista la paz".




José Antonio Hernández Guerrero, reflexiona, semanalmente en nuestro “blog”, sobre el sentido de la dignidad humana y el nuevo humanismo.
57.- «SOMETERSE A LA REALIDAD» Estar demasiado sometidos a la realidad pueden succionarnos la dignidad de sujetos libres.
(Hacia un nuevo humanismo)